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14 enero 2015

ESPETERA


Empiezo mi primera entrada del blog con la Espetera de mi madre. No es la primera pieza que he restaurado, por el contrario es casi una de las últimas que he hecho el pasado verano, pero si es una de la que tengo fotos de todo el proceso.
Dice la Real Academia de la Lengua Española,  que la Espetera es "tabla con garfios que se cuelgan carnes, aves y utensilios de cocina como cazos, sartenes... Y así la recuerdo yo desde pequeña; un objeto colgado en las paredes de la Alacena de la casa donde vivíamos, del cual pendían cazossartenes, pucheros, llaves y todo lo inimaginable que daba de si los ganchos. 
Como lamentablemente mi madre no está para preguntarle el origen, sí que he podido descubrir que la espetera la fabrico un carpintero del pueblo, ya que es del mismo tipo y madera que unas puertas que se hicieron a principios de los 60, por lo que no es demasiado antigua, pero sí que fue hecha siguiendo una tradición de las casas rurales, en las que no podía faltar una buena espetera para que una casa fuese "casa".
Volviendo a mi Espetera, esta es de madera de pino y como es de la década de los 60 del siglo pasado, en algún momento de la vida, se pintó con pintura "Tintanlux", gran invento que transformó todo tipo de maderas antiguas y preciosas en objetos pintados y vueltos a pintar, cada vez que llegaba el verano se le daba "una vuelta a la casa", o como se diría ahora: "limpieza general". Pues esta espetera fue pintada en varias ocasiones con la famosa pintura "Tintanlux" color beige y gris perla para más señas.
De ese color y estado se encontraba cuando este verano, para completar la decoración de una mesa que había restaurado, decidí que era el momento justo de arreglarla y colgar encima de una mesita de cocina, que por cierto, está sí que es súper antigua, de la que hablaré en otra entrada.
Mi idea era lijarla un poco y pintarla de blanco roto, pero las maderas, al igual que ocurre con la vida, te sorprenden muchas veces y te obligan a tomar otra dirección para poder acabarlas y que queden bonitas.
Al empezar a limpiarla apareció una madera limpia y bonita, por lo que cambie de idea y decidí que la iba a teñir clarita de color y le daría acabado a la cera.
Quería probar una pistola de calor y retirar los restos de pintura con una espátula, lo vi en “youtube” y me pareció que eso iba a ser "coser y cantar", pero de eso nada, la madera se empezó a calentar y oler a chamusquina y al retirar la pintura, vi que se estaba quemando, casi me da algo.
Por lo que, vuelta al sistema tradicional, quitapinturas, rascar con cuchillo y espátula y lana de acero.
Bueno no os voy a cansar con tantos detalles, solo que al ir terminando de retirar los restos vi que el dibujo de la madera, una ranurita preciosa se iba borrando, me lo iba llevando con la lana, lo estaba lijando literalmente, por lo que vuelta a la primera idea: pintar de blanco roto y dar efecto envejecido. Y así ha quedado.
 Los MATERIALES que usé son los siguientes:
   Una brocha, da igual el tipo es para untar el decapante.
   Una brocha para la pintura.
   Decapante líquido.
   Lana de acero gruesa.
   tinte al agua color Nogal.
   Pintura al agua efecto empolvado, Chame de Ikea, Nº 3 (blanco roto de cualquier marca)
   Barniz para cuadros en Spray.

Estado después de más de 50 años de uso.
Con cuidado se quitan las alcayatas, estaban oxidadas y feas.
Empieza el decapado, al principio con aire caliente
Al calentar la pintura provoca que esta empiece a quemar por debajo a la madera
No me convence, vuelvo a lo tradicional: decapante,  cuchillo y lana de acero
Quiero sacar los cantos de color oscuro, por lo que tengo que teñirla primero
Pintura al agua efecto empolvado 

Se puede apreciar cómo va quedando la pintura sobre la madera original.
Capa de barniz para cuadros en spray para proteger el acabado.
Con los tiradores nuevos.
Exposición de muebles en la Universidad Popular.
La Espetera ya colgada en su nueva ubicación.
He descubierto que puede ser muy útil,  para colgar recuerdos de mi antigua casa.
Llaves antiguas...por cuántas manos habrán pasado y cuántas puertas habrán abierto...

...y sequé mis pimientos para el año. 

LO QUE HE APRENDIDO:
Lo primero que ocurre con un objeto que vas a restaurar es que nunca sabes lo que te puedes encontrar, tenemos una idea de lo que queremos, que puede al final convertirse en otra cosa.
Esto es lo que paso con la espetera, al empezar a quitar pintura apareció una madera estupenda y pensé que lo iba a teñir y dejar a la vista; pero al quitar capa tras capa de pintura, me di cuenta que quitar lo de dentro del dibujo era imposible. Literalmente empecé a borrar el dibujo al rascar y me decanté por pintar de nuevo esta vez dándole un aire shabby.
Otra cosa es, que si das tinte y luego pintura al agua, es mejor esperar a que esté bien seco el primero, antes de dar el segundo, sino se mezclan los dos colores y aparece como manchado.
En este caso, quedó precioso, pero he aprendido según quiera hacer una cosa u otra.
Esta pieza es como la vida misma, a veces escoges un camino y crees que este es el que te va a llevar a conseguir determinada cosa y luego cuando vas andando por él, te das cuenta que las dificultades o circunstancias, o gustos han cambiado y te llevan a algo que es distinto, pero que seguramente es lo mejor que se podía sacar de esa situación.
Yo con mi Espetera estoy contenta, creo que no podría estar mas bonita.

¿Qué os ha parecido? Espero que os haya gustado y os sea útil, si tenéis dudas preguntar, y os contesto.




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